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En su segundo año en el CD San Cernin el balance no puede ser más positivo para la entrenadora Maite Andueza, que ha situado a los equipos preinfantil de 1ª categoría y al infantil de 2ª categoría en el primer puesto de la tabla; y al benjamín femenino de 3º de Primaria, en el tercero.

Amante del baloncesto y conocedora de este deporte como jugadora y entrenadora, reconoce que para ella es una filosofía de vida, e incluso, ha moldeado su carácter y personalidad.

¿Cómo valoras la temporada realizada con este equipo?

Estoy muy contenta con repetir primer puesto con este equipo y hacerlo en una final con todos los nervios que ello implica. El primer cuarto fue para enmarcar, una muralla en defensa y en ataque superamos la férrea defensa de Aranguren. Algunas jugadoras respondieron muy bien durante todo el partido. Así que ¡enhorabuena! Y muy contenta también del apoyo y colaboración de los padres en el seguimiento de los partidos, desplazamientos e ilusión que aportan siempre dispuestos a un partido o entrenamiento extra o un torneo al que acudir.

¿Han evolucionado bien deportivamente las jugadoras?

Este año han mejorado todas un montón en los diferentes aspectos del juego, el año pasado como la mitad estaba en Francia solo entrenábamos una hora los viernes y nunca lo hacíamos como equipo. Este año eso ha mejorado. Poder entrenar conjunto los miércoles con las infantiles daba mucho juego para potenciar a unas y otras con parejas y grupos de trabajo diferentes y lunes y viernes también ha habido movimiento de jugadoras entre los equipos, lo que ha sido un revulsivo; varias han duplicado una o dos horas semanales con el equipo infantil lo que ha ayudado a su mejora.

¿Cómo ves el nivel respecto a otros equipos en la categoría?

Tenemos un equipo con tres jugadoras bastante altas con respecto a otros equipos, eso nos da un plus, pero no nos ha ayudado a mejorar en defensa, porque hasta ahora no esforzándose mucho consiguen intimidar, robar balones y rebotear de una forma bastante cómoda. Además, varios equipos defienden más y mejor que nosotras, otros tienen un juego de ataque más fluido, incluso tienen más jugadoras en la selección y de mejor nivel, pero tenemos la que a mi modo de ver es la mejor jugadora de la categoría, Marta Lambiés, que secundada por las jugadoras altas que nos hacen muy fuertes cerca del aro y sumado a las compañeras exteriores que aportan ritmo, robos de balón y transiciones muy rápidas nos hacen un equipo muy difícil de parar.

¿Se conocía el equipo de otros años o venían de diferentes equipos?

El equipo es el mismo al del año pasado, las ocho jugadoras que acabaron han tenido ficha en el equipo de primera categoría, una jugadora del equipo B y otra del equipo de minibasket han entrenado y participado en los partidos de forma regular todo el año, permitiendo que en los entrenamientos llegáramos a 10 personas y otras dos jugadoras del equipo B entrenaron y tuvieron oportunidad de ir convocadas en algún partido en la primera fase.

Por tanto, ¿Se han cumplido los objetivos?

Desde luego que sí, primeras, con resultados muy abultados la mayoría de partidos, salvo los dos encuentros ante el Aranguren en la 1ª fase que se ganaron ajustados, e invictas, mejorando en este aspecto el resultado del año pasado y también porque este año implicaba una final a 4, con lo que los resultados de las dos primeras fases como primeras los tienes que volver a confirmar a partido único, primero en la semifinal y después en la final. Siendo el equipo a batir por repetir liderato y con el añadido de la tensión que conllevan este tipo de partidos, si fallas puede parecer que echas por la borda toda la temporada, aunque no sea así.

¿Cuál crees que ha sido la clave del éxito para sellar esta temporada?

Son buenas competidoras y tenemos un mayor número de jugadoras que pueden ser importantes respecto a los rivales por lo que es muy difícil que todas tengan un mal día. De esta forma los quintetos que resultan suelen ser bastante compensados. En el torneo de Donosti que jugamos en Semana Santa cada vez que acababa un partido, árbitros o rivales, me comentaban que bien juega ésta o esta otra chica, y en el siguiente me hablaban de otras diferentes y así hasta destacar a varias y es que todas pueden jugar y hacerlo muy bien. Cuando lo hagan todas a la vez, será una fiesta!

¿Qué valores has transmitido a las jugadoras en este curso?

He intentando que aprecien ciertos valores como son el trabajo y el esfuerzo, también otros como compromiso, afán de superación y disciplina, en los dos primeros han aprobado raspado porque en el día a día son algo inconstantes y algunas poco trabajadoras pero del resto sacan nota.

Y como deporte de equipo he intentado inculcarles valores de respeto a todas las personas involucradas en el juego, de juego limpio, de ser solidarias, apoyar a todas, que sean generosas y antepongan el equipo y no tengan actitudes egoístas, que intenten hacer mejores a sus compañeras. Sin duda, como entrenadora lo que más valoro desde siempre en las jugadoras es el esfuerzo, darlo todo en la pista y disfrutar de este maravilloso deporte. Que mejoren cada día como jugadoras y personas, siempre respetando las normas, es un estupendo objetivo por conseguir.

¿Qué metas planteáis de cara a la próxima temporada?

Para la temporada que viene la perspectiva es la de trabajo y más trabajo si quieren mejorar en un año que es muy importante. Sobre todo, en defensa pero sin perder de vista la mejora también en ataque. Habría que intentar repetir primer puesto ya que el año que viene, además, lleva implícito un premio que es asistir al Campeonato de España. ¡Ojalá lo puedan disfrutar!

¿Qué significa este deporte en tu vida?

El baloncesto me ha dado confianza para afrontar otros aspectos de mi vida y muchas veces ha sido un pilar muy importante al que agarrarme cuando algo iba mal, me ha dado la voluntad para seguir adelante, me ha enseñado a valorar el trabajo en equipo, la aceptación de las reglas, la solidaridad, generosidad y compañerismo como partes importantes en mi vida. Y en el aspecto social, la amistad con las compañeras con muchas de las que he jugado a lo largo de estos años o a las que he entrenado, que luego han sido mis compañeras también, son relaciones que perduran, porque cuando las personas se sienten parte de un todo, la convivencia, el esfuerzo que comparten, los éxitos, que han sido muchos, y algún que otro fracaso también, nos hacen valorarnos y respetarnos como personas con un vínculo de amistad muy especial.

¿Con qué te quedas?

Disfruto entrenando a las pequeñas, me encanta ver sus caras en momentos como la primera canasta en un partido, la primera entrada bien hecha, o ese primer tiro exterior o triple conseguido. Es impagable. Ver mejorar a un equipo en estas edades es muy gratificante. Las crías me dan muchas satisfacciones porque son muy naturales y vitales, a veces hasta derrochan demasiada energía y viven todos los aspectos del juego con una entrega impresionante y te arrastran con ellas en su alegría. Por ejemplo, este año la mayor recompensa, a parte de los logros deportivos, ha sido un abrazo espontáneo que me dio la más pequeña del equipo benjamín en la merendola de fin de temporada, por gestos como este, merece la pena seguir en la brecha.