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Cuanto mejores sean los hábitos deportivos, menos riesgo correremos de sufrir una lesión. La preparación física y una buena dieta ayudan a prevenirlas. Aun así, el riesgo sigue existiendo y a lo largo de una temporada puede que suframos alguna. Depende del tipo de lesión el tiempo de recuperación puede durar más o menos. Es aquí donde interviene la fortaleza mental. Además de seguir los consejos médicos, tenemos que ser fuertes mentalmente para que en el tiempo en el que se está inactivo no decaiga nuestro ánimo. El apoyo de la familia, de los compañeros, las ganas por jugar de nuevo, no rendirse para volver con más fuerza … le harán al deportista aprender a ser más resistente ante las dificultades.  

Un ejemplo de todo ello lo vemos en varios jugadores del equipo de segunda cadete de fútbol del CD San Cernin. En menos de un mes se han lesionado tres de sus miembros: Javier Beortegui (rodilla), Javier Sebastián (brazo) e Iñigo Arreche (mano). Los tres han unido sus fuerzas para superar juntos sus respectivas lesiones y también juntos acuden a los entrenamientos y partidos para continuar apoyando al equipo, aunque sea desde las gradas. Solo piensan en volver a calzarse las botas y jugar de nuevo.

Estar en los entrenamientos y partidos con sus compañeros, aunque solo sea mirando, les hace sentirse parte del grupo y son para el resto el motivo de seguir peleando. Los tres asumen que, como deportistas, las lesiones forman parte del juego, pero eso no les quita la ilusión por volver con más fuerzas y ganas para seguir practicando aquello que más les gusta. Vencer una lesión y poner en práctica el valor de la superación para aprender una gran lección cuando en la vida llegan los contratiempos: no rendirse nunca.